La reciente dimisión de Moisés Salinero y su equipo de coordinadores ha dejado en el aire el futuro de la Escuela de Fútbol del CD Leganés durante esta temporada y ha generado una gran preocupación entre las 700 familias cuyos hijos e hijas forman parte de ella. Con la salida del equipo técnico, la incertidumbre se apodera de los padres, que se preguntan qué rumbo tomará ahora la Escuela y si se mantendrá el modelo formativo que ha funcionado hasta el momento, o por el contrario, los dirigentes del club apostarán únicamente por el negocio.
Dos posibles escenarios: un modelo extraescolar o la continuidad del actual
Desde hace meses, según fuentes consultadas por LA VOZ DE LEGANES, se ha rumoreado un cambio en la filosofía de la Escuela, promovido por la actual dirección del club, que apuesta por un modelo no competitivo, similar a una actividad extraescolar deportiva donde se prioricen los valores por encima del desarrollo futbolístico, enfocado claramente a captar más jugadores, formar más equipos, «y hacer caja, porque se han perdido los valores de arraigo y conexión con la ciudad. Ahora es una empresa, pura y dura. No hay otra idea que hacer caja por todo, ya sea por reserva de espacios VIP en la terraza de Butarque, o en las distintas zonas del campo, o cobrando por formar parte de la Escuela de fútbol, que es una de las partes a lo que se orienta el reciente acuerdo de cesión de espacios públicos firmado con el Ayuntamiento de Leganés», según reconocen fuentes consultadas por este medio. Esta idea ha generado un fuerte debate, ya que muchos consideran que se desvirtúa el objetivo real de la Escuela, que hasta ahora ha fomentado el aprendizaje, la mejora individual y colectiva, el respeto y el compañerismo, sin dejar de lado una competitividad sana y natural que forma parte de cualquier deporte de equipo.
En este nuevo modelo que quieren implantar los responsables del CD Leganés, los equipos se formarían de manera aleatoria, sin tener en cuenta niveles ni progreso de los jugadores, lo que podría suponer un freno en la evolución de los niños y niñas que desean mejorar y superarse en el ámbito deportivo. Además, el coste de la actividad seguiría rondando los 600 euros anuales, lo que ha generado malestar entre muchas familias, que consideran que estarían pagando una cuota elevada por lo que prácticamente sería una actividad lúdica sin objetivos deportivos claros.
El otro escenario posible que se abre ahora, tras la dimisión del staff técnico de la Escuela de Fútbol, es que la dirección del CD Leganés dé marcha atrás ante la reacción negativa de las familias, que han mostrado su descontento tras conocerse la noticia en LA VOZ DE LEGANES. De ser así, la dimisión del staff técnico habría servido para poner sobre la mesa la importancia de mantener el modelo actual, siempre con margen de mejora, pero sin perder de vista que el fútbol es un deporte en el que la motivación y la ilusión por competir y progresar forman parte del aprendizaje y la formación personal.
El futuro de la Escuela, en juego
Son decenas los padres y madres que, tanto por correo como a través de las redes sociales, han mostrado su preocupación y han preguntado qué sucederá ahora. Mientras el club no se pronuncie oficialmente sobre la dirección que tomará la Escuela, la incertidumbre sigue creciendo. Las familias esperan respuestas y una solución que garantice que sus hijos e hijas puedan seguir disfrutando del fútbol con la calidad, el aprendizaje y la diversión que siempre han caracterizado a la Escuela del CD Leganés.
