Hermanos Rejón: determinación y liderazgo en Leganés

En el tumultuoso mes de mayo de 1808, España se encontraba inmersa en la agitación de la Guerra de Independencia contra la invasión napoleónica. En medio de este caos, surgieron figuras destacadas que desafiaron valientemente el dominio extranjero. Entre ellos, los hermanos Rejón, Julián y Leandro, se alzaron como héroes en Leganés, donde su sacrificio y coraje se convirtieron en un símbolo de la lucha por la libertad.

La historia

A comienzos del mes de mayo de 1808 se encuentran acantonados en el cuartel de las Guardias Walonas de Leganés (hoy día sede de la Universidad Carlos III) el 2º Regimiento de Húsares franceses, al mando del comandante Maignet. El día 2 de mayo el pueblo de Madrid se levanta contra las tropas francesas comandadas por Joaquín Murat. Al 2º Regimiento de Húsares se le comanda que se dirija a Madrid para ayudar a sofocar la revuelta, pero al llegar quedan pocos focos de lucha y no llega a intervenir, por lo que regresa a su acuartelamiento en Leganés. Sin embargo, durante la ausencia del grueso de la fuerza, y ante las noticias que llegan de la capital, varios vecinos deciden atacar al retén francés que ha quedado en el acuartelamiento de Leganés, consiguiendo reducir a varios húsares y les arrebatan las armas.

Cuando llega el grueso del Regimiento y encuentra la situación, el comandante Maignet ordena detener a cuatro vecinos que han intervenido en el ataque a sus hombres. A dos de ellos, los hermanos Rejón. les intervienen las armas de los húsares y son condenados a pena de muerte, siendo fusilados en el mismo patio del cuartel y enterrados en la vecina ermita de San Nicasio. Los otros dos vecinos arrestados son puestos en libertad a petición del corregidor, del alcalde y de varios vecinos que han respondido de su buena conducta.

Húsares franceses en las guerras napoleónicas

Hermanos Rejón: fusilados el 5 de mayo

Según explica el blog de Miguel Ángel García García, Juan Pérez de Guzmán y Gallo en su obra “El Dos de Mayo de 1808 en Madrid. Relación Histórica  Documentada” transcribe las inscripciones del Libro de Defunciones correspondiente al enterramiento de los dos hermanos Rejón:

En la villa de Leganés, el día cinco de mayo de 1808, falleció repentina y violentamente, sin recibir Sacramento alguno, JULIÁN REJÓN, vecino de ella, de edad de veinticuatro años, marido de Pascuala Marín, de cuyo matrimonio no dejó hijo alguno. No otorgó testamento. Se enterró en la ermita de San Nicasio, de esta villa; y por verdad lo firmo – don Pedro Dama – ( Libro X de Defunciones de la Parroquial de Leganés, folio 97 )

En la villa de Leganés, el día cinco de mayo de 1808, falleció repentina y violentamente, sin recibir Sacramento alguno, LEANDRO REJÓN, vecino de ella, de edad de treinta y tres años, marido de Victoria Madrid, de cuyo matrimonio dejó dos hijos, llamados Juan y Casimira. No otorgó testamento. Se enterró en la ermita de San Nicasio, extramuros de esta villa, y para que conste por verdad lo firmo – don Pedro Dama – ( Libro X de Defunciones de la Parroquial de Leganés, folio 97 )

La correspondencia francesa

El General de división francés Grouchy, nombrado por Murat Gobernador de Madrid, mantiene correspondencia con el comandante de Húsares Maignet y el general de brigada Wathiez, y es en esta en la que se relatan los hechos acontecidos durante aquella jornada en Leganés.

Los franceses a pesar de todo toman represalias contra el pueblo, requisan 32.000 reales al ayuntamiento, roban y cometen desórdenes en las casas de los vecinos de Leganés.  Estos desmanes llegan a oídos del General Grouchy que, tras los primeros días que suceden al levantamiento de Madrid, intenta restablecer la paz y relajar el castigo sobre los madrileños publicando un bando el día 5 de mayo.

Ese mismo día el General Grouchy ordena a Maignet que no ejerza ninguna búsqueda ni persecución sobre los habitantes de Leganés como castigo por el asesinato de los dos húsares el 2 de mayo.  Le indica que con el fusilamiento de los dos hermanos Rejón quede terminada la venganza. Recomienda a Maignet que tranquilice a los habitantes de Leganés. Éste obedece a su superior y publica el siguiente bando:

¡Habitantes de Leganés!

Declaro sobre mi honor que ninguna búsqueda ni persecución se efectuará contra los habitantes de Leganés que participaron en el motín del 2 de éste mes. Ambos individuos castigados servirán de ejemplo. Ahora, paz, unión. Ya es hora que la humanidad repita todos sus derechos. Habitantes que habéis huido ante el temor de ser detenidos, volver a vuestras casas, en el seno de vuestra familia; sean apacibles: su tranquilidad está asegurada a costa de mi existencia.

¡Corregidores, Alcaldes, Curas, Sacerdotes! ¡Unión! y si todavía existen algunas cabezas perdidas, háganlas volver a los principios de la razón.

Leganés 5 de mayo de 1808.

Desmanes en la población de Leganés por parte de los franceses

Pero el General Grouchy no se queda tranquilo y dirige una carta al general de brigada Wathiez que se encuetra en Pinto y es el superior inmediato de Maignet. Le ordena que controle a sus húsares, que arreste a todos los que se han sobrepasado con los españoles y que intente tranquilizar los ánimos para evitar otras posibles revueltas. Wathiez el 13 de mayo le dirige un informe que le ha elaborado Maignet sobre los sucedido. En este informe Maignet intenta justificar el comportamiento de sus hombres en Leganés, indica que cuando llegan de Madrid intenta acuartelar a todos sus hombres en un mismo sitio para mantener el orden y la disciplina sobre su tropa, pero que no fue posible ya que el pueblo no le podía abastecer de la paja necesaria, por lo que decidió que se alojaran en las casas de los habitantes del pueblo y que se abastecieran de cada vivienda. Que entonces varios húsares se aprovecharon y robaron en las casas donde se encontraban alojados, pero que él había hecho castigar a varios de sus hombres y que los tenía encarcelados a la espera de castigo. Que el municipio agradecido por las medidas que había tomado para evitar desórdenes y para que en el futuro reinara la buena armonía entre tropa y habitantes le habían ofrecido 32.000 reales que el aceptó. Pero que había empleado una buena parte del dinero en acudir en ayuda de las dos viudas de los hombres fusilados (los dos hermanos Rejón). Que junto al informe enviaba un certificado del Corregidor, el Alcalde y un vecino donde señalaban que la suma la daba el municipio por voluntad propia sin que hubiera habido demanda por parte del comandante francés.

Final sin castigo…

Al final, el castigo sobre los húsares que intervienen en los desórdenes entre el 2 y el 5 de mayo en Leganés queda en una reprimenda. El 21 de mayo el mariscal Moncey reprocha a Grouchy que todavía tiene un húsar de su Cuerpo de Ejército encarcelado en Leganés a la espera de juicio, y que otros dos han sido condenados a 10 años “de hierros”. Le advierte que no sea tan susceptible con sus hombres y sobre todo no los condene con tan poco fundamento.

Mariscal Bon Adrien Jeannott de Moncey

Aunque los hermanos Rejón perdieron sus vidas en la batalla contra el invasor, su memoria vive en la historia de España como símbolos de coraje y sacrificio. Honrados por su valentía y recordados por su sacrificio, los hermanos Rejón se han convertido en héroes inmortales en la lucha por la independencia española.