El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil ha detenido a un hombre que presuntamente se dedicaba a adquirir y distribuir pescado no apto para el consumo humano a restaurantes de Madrid, Leganés, Humanes y Fuenlabrada.
En la operación también han sido investigadas otras siete personas, todas responsables de los locales que compraban el género al arrestado, a quien se le atribuyen los delitos contra la salud pública, estafa y contra el mercado y los consumidores, informa este martes la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
La investigación se inició en febrero pasado cuando el SEPRONA tuvo conocimiento de la retirada irregular y sin control de productos que habían sido depositados para desecho.
Fue entonces cuando los agentes visionaron las imágenes de seguridad, en las que aparecía una persona con uniforme de trabajo que retiraba un contenedor cuyo género no era apto para el consumo humano.
Las vigilancias realizadas por los agentes permitieron identificar al principal sospechoso y a un colaborador necesario, trabajador del depósito, que le ayudaba en la retirada de los contenedores y en el posterior reparto de la mercancía.
El detenido cogía las cajas de género que habían sido desechadas, les quitaba el etiquetado y posteriormente limpiaba el pescado sin ningún tipo de medida higiénica.
Para venderlo a diferentes restaurantes se hacía pasar por distribuidor sin contar con las autorizaciones correspondientes.
Varios bares y restaurantes le compraban el género a un precio inferior al de mercado ya que supuestamente la fecha de caducidad del pescado era próxima.
Finalmente los agentes solicitaron al Área de Calidad Alimentaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid la inspección en once locales de Leganés, Humanes, Fuenlabrada y Madrid, uno de los cuales precintado dada la situación higiénico-sanitaria que presentaba.
Además, la Guardia Civil retiró 150 kilos de merluza cuya trazabilidad destapó que era portadora de una larva por lo que había sido desechada de la cadena de distribución.
En declaraciones a los periodistas, la consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha explicado que en este caso, gracias a la colaboración de Salud Pública con otros actores de la administración, se ha detectado una partida de pescado que no tenía ningún control sanitario y que ha sido retirada para evitar su consumo.
Matute ha instado a los madrileños a no consumir productos que no estén controlados para prevenir problemas de salud.
