“Aún no están en funcionamiento. Seguimos trabajando en ello”. Esta es la respuesta del Ayuntamiento de Leganés ante la pregunta de La Voz de Leganés para confirmar si hay una fecha para la puesta en funcionamiento de las cinco cámaras de vigilancia instaladas en el nuevo Parque de Osa Menor, que fue inaugurado hace ya dos semanas.
Como adelantó este periódico, este espacio de ocio de 5.388 metros cuadrados debería estar controlado por cámaras después de que fuera del perímetro vallado se instalasen cinco postes y otros cajetines anexos con elementos de videovigilancia, que están totalmente expuestos a los viandantes y sin ningún tipo de protección.
La cercanía de la nueva instalación con las viviendas colindantes ha generado malestar y estupefacción entre los vecinos, que ven amenazada su privacidad y que aumentan su intranquilidad ante la ausencia de información por parte de la Concejalía de Seguridad Ciudadana. La Voz de Leganés puede confirmar que “no hay consenso” entre las autoridades policiales y el edil Óscar Oliveira (PSOE) para su puesta en marcha ante «las dudas legales existentes».
Numerosos residentes de la zona se están dirigiendo a policías municipales para recordarles que no hay ningún cartel que avise que es una zona videovigilada desde que se abrió la instalación hace 17 días y que el Ayuntamiento podría contravenir la normativa de la Agencia Española de Protección de Datos. Sin embargo, los agentes confirman que no están en funcionamiento todavía.
Cabe recordar que la captación y/o la grabación de imágenes de personas identificadas, o identificables, con fines de seguridad de personas, bienes e instalaciones mediante cámaras, videocámaras, o cualquier otro medio técnico análogo, constituye un tratamiento de datos personales sometido a la normativa de protección de datos.
De igual manera, cabe recordar que no se podrán obtener imágenes de espacios públicos con fines de seguridad, actividad que está reservada en exclusiva a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, salvo imágenes parciales y limitadas que resulten imprescindibles para la vigilancia o sea imposible evitarlas. En ningún caso se pueden captar imágenes en baños, vestuarios o lugares análogos, ni de espacios ajenos como bloques de viviendas o chalets unifamiliares.
En todos los casos se deberá informar de la existencia de un sistema de videovigilancia. A este fin se colocará un cartel suficientemente visible en los accesos a las zonas videovigiladas, que indicará de forma clara la identidad del responsable de la instalación, ante quién y dónde dirigirse para ejercer los derechos que prevé la normativa de protección de datos, y dónde obtener más información sobre el tratamiento de los datos personales.