Un informe sobre la situación de morosidad del Ayuntamiento de Leganés en el segundo trimestre del año, esto es a fecha 30 de junio, arroja que la tesorería del Consistorio adeuda un total de 19.142.743 euros en pagos pendientes de un total de 796 facturas, estando ya el grueso de ellas, 501 facturas con un importe de 12.538.36 euros, fuera del periodo legal de pago establecido en la normativa vigente.
Los pagos que sí fueron efectuados dentro del segundo trimestre (de abril a junio, ambos inclusive) muestran que durante el periodo legal de pago se pagó una única factura, por un importe de 26.528 euros, mientras que 513 facturas, por un importe de 12.452.855 euros fueron abonadas fuera del periodo legal de pagos, o lo que es lo mismo, prácticamente el 100% de las facturas pagadas de abril a junio se abonaron fuera del periodo legal de pago a los proveedores, lo que conlleva el pago de intereses de demora. En este periodo en concreto fueron 273 las facturas abonadas con intereses de demora las cuales incrementaron las facturas en un total de 127.349 euros que se habría evitado pagar desde las arcas públicas si las facturas se hubieran abonado en tiempo y forma, tal y como marca la legislación.
Una mala gestión del anterior Gobierno Municipal del PSOE que algunos proveedores esperan que el nuevo ejecutivo local, compuesto por el PP y ULEG, solvente a la mayor celeridad posible para recibir el justo pago a sus servicios porque tras los primeros 100 días en el Gobierno de Leganés, aún no han conseguido revertir esta situación y el pago de las facturas sigue retrasándose.
Malestar entre los proveedores del Ayuntamiento
Los datos expresados anteriormente ponen en entredicho las cifras del periodo medio de pago del Ayuntamiento de Leganés a sus proveedores, que según el Ministerio de Hacienda y Función Pública del Gobierno de España, en el mes de julio se ha situado en 42 días, dato que a tenor de lo arrojado por el informe de morosidad, se queda muy corto para la realidad que sufren los proveedores del Ayuntamiento, algunos de los cuales se han dirigido a LA VOZ DE LEGANÉS para mostrar su descontento y su indignación por el retraso en el cobro de las facturas que, en algunos casos, llega a poner en riesgo la estabilidad de la tesorería de las pequeñas empresas locales y merma la capacidad de pago, a su vez, a sus propios proveedores y empleados.