El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha vertido un jarro de agua fría a los planes de soterramiento ferroviarios previstos en buena parte de las ciudades españolas. Y a los que aspiran a ellos, como Leganés. Durante una comparecencia en el Senado en el día de ayer, en la que desgranó las líneas maestras de su ministerio, el ministro ha recordado que los costes de los planes vigentes ascienden a 28.000 millones de euros. «Y son costes sin actualizar. Si los actualizamos nos iríamos a 40.000 millones», ha afirmado Puente.
El ministro ha comparado el dato con la deuda actual del administrador de infraestructuras ferroviarias, Adif, que asciende a 17.000 millones. «Echen ustedes las cuentas si estos soterramientos son viables en menos de una década. Me parece insostenible, y cuanto antes seamos conscientes, antes abordaremos un plan realista y abriremos los ojos», ha afirmado.
Contrario al soterramiento de la ciudad de la que fue alcalde
El propio Puente se ha mostrado contrario al soterramiento de las vías en Valladolid, la ciudad en la que fue alcalde, apostando en su lugar por una integración en superficie, lo que ha motivado las críticas de colectivos locales. «El soterramiento es una entelequia que no tiene ninguna base ni técnica ni económica», ha llegado a afirmar.
Oscar Puente aseguró que en la mayoría de los países de Europa han rechazado el soterramiento del ferrocarril: «No hay soterramientos en Europa». Y recalcó: «En Europa, el soterramiento no es una de las opciones elegidas. En casi todos los países se decidió que las integraciones serían costeadas por los territorios fundamentalmente. En la propia ley de movilidad sostenible que será sometida a votación en los próximos meses se considera así» y añadió «Si los territorios consideran que quieren integrar el tren a su paso por las ciudades a través del soterramiento, que no es casi nunca la mejor opción desde el punto de vista ferroviario, tendrán que asumir el 70% de los costes«.
Y añadió a continuación: «Eso, en la práctica, ¿qué va a suponer? Pues que no va a haber soterramientos. Eso es lo que va a suponer». Aunque justo después matizó: «¿Estoy prejuzgando lo que va a suceder en Vitoria o en otros territorios? No, porque habrá lugares en los que no se puede apostar por una integración blanda y la integración a través de soterramiento será la mejor opción técnica». Estas palabras cierran de bruces la puerta al soterramiento de las líneas de ferrocarril en Leganés.
Puente fue más allá y puso dos ejemplos: Bilbao y Valladolid: «En Bilbao, aunque quisiéramos, no podríamos hacer una integración blanda, porque técnicamente esa posibilidad no existe. Y en mi ciudad, en Valladolid, la integración ferroviaria en superficie es la mejor desde el punto de vista técnico, la mejor desde el punto de vista de los plazos y la viable desde el punto de vista económico».
De momento, la reunión entre los representantes del Ayuntamiento de Leganés y el ministro, para tratar el soterramiento, está suspendida sin que a corto plazo vaya a producirse.
Reivindicación histórica
Ya en 2005 los por entonces alcaldes de Leganés, Alcorcón y Fuenlabrada propusieron al Ministerio de Fomento y a la Comunidad de Madrid la financiación conjunta por las tres Administraciones Públicas (Central, Regional y Local) del soterramiento de la línea de tren de Cercanías C-5 a su paso por estos municipios. El anfitrión de este encuentro, el regidor de Fuenlabrada, Manuel Robles, destacó que «la actual vía de tren es la mayor brecha física de nuestras ciudades, que se encuentran divididas por esta gran barrera arquitectónica». Leganés era la ciudad más afectada en cuanto a longitud de este trazado ya que de los 19 kilómetros que, según los alcaldes, es preciso soterrar, nueve correspondían a esta localidad.