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Super Mario de San Nicasio, símbolo de Leganés y del Lega

"Mi sueño desde pequeñito era ser jugador del CD Leganés"

por Redacción

Mario Soria Amor es historia viva de Leganés y del Club Deportivo Leganés. Su segundo apellido define a la perfección lo que siente por la ciudad en la que “he nacido, me he criado y si Dios quiere donde quiero morir dentro de muchos años”, asegura a La Voz de Leganés. Un chaval de San Nicasio “que vino al mundo en la plaza de los Ríos” y que soñó desde pequeñito con jugar y ser portero en el equipo de su pueblo y acabó convertido en una leyenda llamada Super Mario. Jugó seis temporadas en el primer equipo entre 1989 y 1995 y tras colgar los guantes, ejerció como entrenador de porteros y delegado del club hasta 2013, cuando pasó a formar parte del staff del Real Madrid, donde trabaja actualmente como preparador de los guardametas del Real Madrid Castilla.

Pregunta.- ¿Qué supuso para usted jugar en el CD Leganés?
Respuesta.- Mi sueño desde pequeñito era ser jugador del CD Leganés. No pensaba ni el Real Madrid ni en otros equipos. Solo quería formar parte de la cantera del Lega e intentar llegar al primer equipo. Al final, con el paso de los años se cumplió ese deseo.

P.- ¿Le siguen llamando Super Mario? ¿Le gusta?
R.- Claro que me gusta que todavía me llamen por la calle Super Mario. Es un apodo cariñoso y gracioso al coincidir mi época en el Leganés con el video juego de Nintendo que estaba de moda y luego pues al ser un jugador corpulento, todos los seguidores me empezaron a llamar así y de hecho hasta hace unos años siempre firmaba así.

P.- ¿Si usted siempre será Super Mario, Luis Ángel Duque siempre será el míster del CD Leganés?
R.- Tal cual. Para nosotros y para mucha gente, Luis Ángel Duque siempre será nuestro ‘míster’ y del Lega. Le hemos conocido desde que éramos unos niños. Entrenábamos en campos contiguos y yo estaba en La Paz y ya quería ficharme. Es una persona que te convence con la palabra y con el paso del tiempo se ganó todo mi respeto porque fue el entrenador que confió en la cantera, que subió a los jugadores del filial y que hizo que el equipo subiera a Segunda División con diez canteranos de los que ocho éramos de la ciudad y eso hoy en día es impensable.

P.- ¿Qué opinión tiene de la situación actual CD Leganés?
R.- Tengo nostalgia del anterior CD Leganés. Siempre hemos defendido que el Lega era una familia y ahora está dejando de serlo. Ha venido un grupo inversor y ha apostado fuerte. Tienes pensamientos totalmente diferentes a los que tuvieron en su día Felipe Moreno y Victoria Pavón o Rubén Fernández. Parece que está todo muy profesionalizado, pero para mí no es el mejor camino porque yo creo que no hace falta irse tan lejos y en Madrid puedes surtirte de buenos jugadores para formar una plantilla no con tanto nombre y si con más hombres. Como aficionado y socio cuando voy al campo y como integrante que he sido de ese vestuario, siempre nos identificamos por unos valores y ahora por ejemplo a mi no me los transmite el equipo.

P.- ¿Qué es lo que más añora?
R.- Siendo un niño, mis amigos y yo nos hacíamos banderas y pancartas y simulábamos a las peñas de Leganés más conocidas cuando jugaban en la Tercera de Madrid. Nosotros íbamos con nuestros bombos a animar. Para mí, eso era el Lega. Aquellos descansos en el Luis Rodríguez de Miguel, el olor a chorizo, las charangas. Lo añoro muchísimo. Era un sentimiento de pertenencia que luego al jugador le llegaba al campo. Había muy buena comunión entre la afición y el equipo.

P.- Toda una vida en Leganés ¿Cómo ve a día hoy la ciudad?
R.- Ha cambiado totalmente. Yo siempre me quedaría con lo anterior y lo que he vivido. Soy del pueblo y siempre digo que Leganés no deja de ser un pueblo y los que somos de Leganés nos conocemos todos. Desde hace unos años, la ciudad se abrió y creció y hay mucha más gente. Añoro muchísimo el Leganés que yo viví. Para mí, las Fiestas era innegociables hasta el punto de que Alfredito, Tocho, Óscar, Chuso los que vivíamos aquí, le decíamos a Luis Ángel Duque que íbamos salir y como sabíamos que él iba a estar con su familia, negociábamos las multas. No tenía que salir de la ciudad para alternar. Me sentía colmado con lo que había a nivel de ocio, cultura y deporte, por ejemplo. Ahora hemos evolucionado a peor.

P.- Al margen de aquel histórico gol frente al CD Castellón en 1993 ¿Otro recuerdo deportivo?
R.- El Pepinito de Leganés fue un acierto bestial y hay que recuperarlo cuando antes. Yo viví el torneo con 12 años y mi hermano lo jugó con 22 y para mí eso fue más bonito que un Mundial con España.

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