Las altas temperaturas que están registrando y la primavera han hecho que aparezca en la ciudad una plaga de pulgón. Son pequeños insectos que se quedan pegados a la ropa, a la cara y que hace que en el ambiente se vea una nube de bichitos que llegan incluso a introducirse en la boca de los viandantes y no llega una solución desde el Área de Control de Plagas del Ayuntamiento de Leganés.
Las nubes de insectos que están proliferando en distintas zonas de Leganés no son de mosquitos sino de pulgón. Esta plaga se alimenta de la savia de los árboles sóforas, catalpas, olmos, arces y las robinias, especies muy atacadas, y produce una melaza que ensucia las calles y atrae también hormigas.
Se trata de un tipo de insecto inofensivo que trae aparejada la primavera y que son de hábitat en árboles y arbustos bajos. El volumen de este tipo de insectos se ha multiplicado por dos o por tres siendo este año más abundante que en 2022 y el problema se agudiza en los barrios de Solagua y Poza del agua, donde estos días es frecuente chocarse con nubes de bichitos.
Calor y humedad es la combinación perfecta para que proliferen todo tipo de insectos, como están comprobando miles de leganenses estos días. El Ayuntamiento de Leganés lleva varios años aplicando un tratamiento biológico contra el pulgón y otras plagas del arbolado consistente en la suelta de insectos que son beneficiosos en estos procesos para evitar los pesticidas en los parques.
Con ese control químico se acaba más rápido con las plagas, pero sus componentes químicos perduran en la cadena trófica cuando aves y otros pequeños animales se alimentan de los escarabajos afectados. Las altas temperaturas de abril han adelantado la presencia de plagas propias del verano y no parece que en la Concejalía de Medioambiente estuvieran preparados los recursos para controlar estas plagas habituales de manera biológica.
