El Partido Popular se hizo eco de los datos proporcionados por el informe de ‘Infracciones Penales de 2022’, publicado por el Ministerio del Interior, que sitúa a la ciudad como la tercera de la región con mayor índice de criminalidad durante el pasado año y anunció que pedirá explicaciones al concejal de Seguridad, Óscar Oliveira (PSOE), de los datos que sitúan a Leganés como la tercera ciudad más insegura de la región .
Según el mencionado documento, la criminalidad convencional aumentó un 9,8% con un total de 7.632 delitos. En esta tipología se incluyen los delitos contra la libertad sexual, que se incrementaron un 10,6%, teniendo en cuenta que las agresiones sexuales con penetración pasaron de 7 a 12 (+71,4%). Los robos con fuerza en domicilios también subieron un 11,2%, al igual que los hurtos, que fueron un total de 3.268, aumentando un 17,6% respecto al año anterior. Además, hubo 221 sustracciones de vehículos (+12,2% en comparación con 2021).
Estas cifras son muy preocupantes, pero lo que más llamó la atención de la formación popular fueron los delitos por tráfico de drogas “que se han multiplicado por más del doble”, pasando de 28 a 57 (+103,6%). Además, el grupo azul destacó las infracciones penales cometidas en/por medio ciber (la cibercriminalidad), que sumó 1.456 delitos, un 24,2% más que en 2021.
Teniendo en cuenta estas «preocupantes y nefastas» cifras, el candidato a la Alcaldía de Leganés por el PP, Miguel Ángel Recuenco, explicó que «el balance de criminalidad en Leganés es nuestra cruel y triste realidad. No se puede esperar otra cosa cuando un gobierno, el socialista del alcalde Santiago Llorente, permite que durante ocho años la plantilla de nuestra policía local merme hasta mínimos impensables».
Según el edil, «faltan alrededor de 100 agentes para que tengamos una ratio adecuada de policía por habitantes». No entiende que «en las noches más óptimas tengamos sólo 2 o 3 patrullas de Policía en toda la ciudad». Considera que estos recursos «son muy escasos», asegurando que «ha habido noches en las que no ha salido ni una sola patrulla». Por ello, se comprometió a cubrir “esas bajas lo más rápido” posible en caso de llegar al Gobierno local porque «los vecinos no pueden seguir en este estado de indefensión».
Recuenco manifestó que “la ineficacia y la desidia del gobierno se contraponen con la profesionalidad de nuestros agentes, pero no les llega». Por eso, debido a esta situación y a «una gran dejación de funciones del equipo de gobierno durante estos 8 año», el candidato popular declaró que «existe un descontento generalizado con el Partido Socialista y con Santiago Llorente». Además, explicó que «los propios sindicatos de Policía Local denuncian la falta de efectivos y el mantenimiento deplorable de las instalaciones, mencionando goteras, o el funcionamiento deficiente de los sistemas de comunicaciones».
Respuesta del Ayuntamiento
A pesar de estas cifras, el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, se mostró “moderadamente satisfecho” destacando el descenso de la tasa de criminalidad de un 4,8% durante el pasado año con respecto al año 2019, el último antes de la pandemia. con lo que él considera una “evolución positiva de los delitos” en el municipio.
El pasado día 26, a las once de la mañana, junto a La Cubierta de Leganés, varias personas se enfrentaban contra agentes de la Policía Nacional, que habían montado un dispositivo especial durante la noche anterior para evitar incidentes. https://t.co/t3xggSWjQk
— Telemadrid (@telemadrid) March 27, 2023
Así, parece hacer oídos sordos a los continuos reclamos por parte de los vecinos para mejorar la seguridad en los barrios, teniendo en cuenta, sobre todo, las numerosas reyertas y agresiones que tienen lugar muchos fines de semana en La Cubierta.
El pasado 26 de marzo, sin ir más lejos, la Policía Nacional volvió a requerir de ayuda por parte de la Policía Local para evitar que hubiera heridos entre los jóvenes que salías de los locales abiertos de la zona, que se agredieron con palos, cinturones y botellas rotas. De hecho, según una nota de prensa del PP, «los propios testigos, fuerzas de seguridad y medios de comunicación» calificaron estos enfrentamientos como ‘batalla campal’.